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Monólogo matutino de un viejo frente al espejo.

Y aquí estoy haciendo lo que menos me gusta, viéndole la cara a ese viejo feo y amargado que se refleja en el espejo del baño cada mañana. Veo ese rostro cansado de andar, en donde cada arruga y cada mancha dan fe de tantos años de sufrimiento, tantos años de engaño, tantos años de mentiras, traiciones y cosas. Cosas que hice que en su momento, a pesar de ser consciente de que estaban mal hechas las hice. Tengo que cargar con el sabor agrio de la culpa. La culpa. La culpa es quizá la que lo arruga a uno. La culpa agarra el pellejo como si fuera papelillo, marcando los pliegues de la muerte. La culpa envejece, y en esto la ayuda el miedo. Siempre viví con miedo, todos los hombres vivimos con miedo, siempre. En tiempos de paz tememos que empiece la guerra, en tiempos de guerra, tememos que nunca llegue la paz. Sin embargo a pesar de tanto miedo siempre hay lugar para la ambición. La ambición. La ambición es la que nos mueve. Por ambición tengo tanto dinero, por ambición hoy  teng
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Creo y no creo.

No creo en el Dios todopoderoso, creador del cielo y de la tierra, castigador, impulsivo, rabioso, asesino,  esclavista, homofóbico y sexista descrito en la Biblia. Quisiera creer en una energía universal que mueve todas las cosas, pero prefiero no hacerlo. No creo en Jesucristo su único hijo, que nació de las entrañas de una virgen, aunque me parecería genial que alguien pudiera convertir el agua en vino, y creo que una de las frases que el atribuyen: “Haz a otros lo que quieres que te hagan a ti” es una de las cosas más sabias que se han dicho. No creo en la Iglesia Católica Apostólica y Romana, de hecho la considero la organización más abominable sobre la tierra, asesina, misógina, mentirosa, envidiosa, vieja, decrépita, solapada, hipócrita y muchas cosas más. No creo en Benedicto XVI ni en ningún Papa. Creo en la ciencia, en el libre pensamiento, la razón y el poder del conocimiento. No creo en censuras, ni en ninguna forma de coartación a la libertad. Creo en el li

Otros tiempos (primera parte)

Hola. Quiero contarles una historia que pasó hace unas semanas, una crónica de viaje de un fin de semana en el que decidí perderme de la civilización y tener un encuentro cercano con el pasado. Esta historia es larga, calculo que serán unos siete post que con el tiempo iré publicando.  A las 3 de la tarde llegó el tío Jorge en su Jeep Willys modelo 65 “engayado” como él mismo lo describe. Este modelo de Jeep ha sido el principal medio de transporte para la industria cafetera del país. Creo yo, y es una suposición, que el eje cafetero es la parte del mundo donde más Willys hay, de hecho en Calarcá Quindío hacen carreras y competencias de habilidades en estos vehículos.  Este viaje fue idea de mi abuela. Ella aparentemente quería ir por última vez a la tierra donde nació y creció, ver de nuevo los caminos y arroyos de su infancia, volver a la casa de sus padres. En la mañana logró convencerme de que la acompañara, además porque esa fue una de las condiciones que le impuso mi

En el blog de El bayabuyiba.

Para mí de las mejores cosas que tiene escribir es compartir. Recibir las impresiones de otras personas después de que te leen es muy emocionante, pues al fin y al cabo uno escribe para los demás, para sacar a la luz esas cosas que deambulan en la cabeza.  Hace algo más de un año comencé a compartir con Rodrigo nuestros escritos. Y o lo leo, él me lee y casi siempre comentamos al respecto. Hoy para mí es un gran honor poder estar en su blog. Días atras me pidió que escribiera una historia para el cuarto aniversario de El bayabuyiba y debo confesar que aunque la idea me emocionó mucho, solo dos días antes de la fecha límite de entrega se me ocurrió con que participar pues llevaba semanas divagando sobre que escribir. Bueno sin más preámbulos aquí esta la historia en el blog de @elbayabuyiba, les recomiendo que lean las otras también. Click aquí .

Crónica de una muerte anunciada (Parte 2)

Si aun no ha leído la primera parte, click  aquí . Llegaron al hotel ubicado en una estrecha calle del centro de la ciudad. Pablo tomó a Mateo de la cintura y lo empujo hacia adentro mientras pasaban agachados por el frente de la recepción para que la señora que estaba ahí no viera que eran tres. Corrieron hacia la escalera mientras Juan Carlos compraba hielo en la recepción, en la escalera volvieron a besarse. Juan Carlos subió, abrió la puerta, Pablo entró inmediatamente al baño apurado, cerró la puerta del baño y en cuanto lo hizo Juan Carlos se volteó y beso impetuosa y torpemente a Mateo. Mateo abrió exageradamente sus bellos ojos verdes sorprendido porque no esperaba ese beso. Pablo salió del baño se sentó en la cama, en donde ya estaba recostado Juan Carlos. Mateo buscó donde sentarse también y siguieron bebiendo. Los tragos iban conversaciones sobre hombres, aventuras, sexo, la vida, el amor y muchos temas más. Al calor de los tragos Pablo se acercó y empezó a

Crónica de una muerte anunciada (Parte 1)

Mateo contesta el teléfono. —Hijo estamos todos en casa de la tía Julieta. Ven para acá. —Papá pero yo voy de rumba con mis amigos. —Carajo estamos en diciembre, estas fechas son para pasarlas en familia. Ven aunque sea un ratico y luego te vas, pero por lo menos ven a saludar. —Está bien papá en media hora estoy allá. Acostumbraba perfumarse todo el cuerpo, pero ese día no aplico perfume a su ropa interior porque se había depilado y le ardería. Se puso un pantalón gris de rayas delgadas negras casi imperceptibles, una bonita camisa blanca que resplandecía como las de los comerciales de blanqueadores, chaqueta negra y zapatos del mismo color. Tomó tres condones que tenía en la mesita de noche y los metió en el bolsillo interno de la chaqueta como tenía por costumbre.  Estos condones tenían más de tres meses de comprados y ya estaba empezando a creer que le traía mala suerte sacarlos aun así los llevo por precaución. Tomó las llaves del carro y condujo lentamente a la

Construir una vida.

Regreso a Blogger. Me gustó mucho Tumblr pero creo que entre tanto contenido las entradas de texto quedan perdidas, así que acá estoy otra vez. También modifique un poco la apariencia para renovar este espacio que ya cumple un año.  Dentro del proceso de transformación de mi blog, me puse a leer las primeras entradas y bueno, muchas cosas han cambiado en mí, otras siguen igual. Es increíble ver todo ese halo de misterio que cubría mis anteriores publicaciones, el temor a que se revelara mi verdadera identidad amparándome en el anonimato. Pero ya nada de eso importa, hasta puse mi foto de perfil, no me da miedo escribir.  Otra cosa que pude notar fue la evolución mes a mes de el año que pasó, que por cierto fue muy difícil. Conflictos laborales, cambio de trabajo, la separación de mis papás, fracasos amorosos, la elaboración de mi tesis, en fin fue un año de garrote. Lo bueno es que todas esas experiencias traumáticas dejan recompensas increíbles. En mi caso aprendí mucho