Hemos idealizado el amor. Lo peor es que hemos heredado los arquetipos del sistema heterosexual. Es normal, fuimos criados por heterosexuales, educados por heterosexuales, nos informamos con medios heterosexuales y vivimos casi en la misma enajenación mental, bajo un sistema consumista extremo que también nos ha vendido una idea del amor. Un amor comercial. La idea del amor heterosexual, y vamos a hablar de la cultura occidental, viene del concepto religioso. Dice la Biblia: “Y pasó Dios a decir: “No es bueno que el hombre continúe solo. Voy a hacerle una ayudante como complemento de él””. Ayudante, eso era lo que según la Biblia quería Dios que fuera la mujer para el hombre, en ninguna parte dice “amor eterno” ni “vida de mi vida” nada de eso. Y luego en el mismo capítulo de Génesis dice: Es por eso que el hombre dejará a su Padre y a su Madre y se unirá a su esposa y tienen que llegar a ser una sola carne”. Aquí se complica el asunto ¿Cómo es eso de “una sola carne”